El país necesita restablecer con urgencia el diálogo social.

Es necesario que mediante el ajuste adecuado en las políticas del mercado laboral y las políticas sociales, se de la recuperación de la confianza de los inversionistas y consumidores, y lo que es más importante, la recuperación del diálogo social en Colombia.

Diferentes acontecimientos del orden económico y social, a nivel nacional e internacional, amenazan con quebrar las tendencias favorables de crecimiento económico, inversión extranjera, exportaciones y turismo alcanzadas en Colombia en los últimos años gracias a la política de Seguridad Democrática.

Si bien la tasa de desempleo ha tenido un comportamiento decreciente en los últimos años, el desempleo en la actualidad afecta aproximadamente a 2,1 millones de colombianos a noviembre de 2008, y está concentrado en los dos niveles más bajos de ingresos y, preocupantemente, en grupos de jóvenes y mujeres. De hecho, cada vez más mujeres se emplean en el sector informal en detrimento de las condiciones laborales y de acceso a la seguridad social.

Muchos colombianos encuentran una solución parcial a sus dificultades de consecución de empleo en la informalidad, la cual conlleva no sólo niveles de ingreso y protección social más bajos, sino también menores niveles de productividad y competitividad asociados con subdesarrollo económico.

El escenario económico para el 2009 no es halagador en materia económica, puesto que ya se empieza a sentir el impacto de la crisis de la economía internacional y particularmente en los mercados de Estados Unidos, Venezuela y Ecuador, con lo cual resulta previsible que la informalidad y el desempleo se incrementen.

Es indispensable que el diálogo social contribuya a generar mayores niveles de productividad, mayor capacitación y entrenamiento a los trabajadores y mayores posibilidades de que los trabajadores se beneficien de estos cambios en la productividad.

Desde 1988 tan sólo el 18% de los incrementos salariales se dieron por concertación. El 82% restante responden a la ruptura de las negociaciones en la mesa de concertación salarial. No podemos seguir en este escenario en el que la polarización se ha tomado el país. Necesitamos rehabilitar este diálogo social para una verdadera concertación de políticas sociales y del mercado laboral para lograr con esto aminorar los efectos negativos de la crisis económica internacional en el empleo y evitar una crisis social.

La generación de empleo debe ser un objetivo prioritario de las políticas públicas para mantener niveles de bienestar y garantizar el desarrollo humano, acelerando la creación de una clase media trabajadora. Con esto podrán cumplirse las metas del milenio, permitiendo el desarrollo de una política social de mejor envergadura en el empleo y la generación sostenible de ingresos para las familias, más que derivadas de un gasto asistencialista necesario en la coyuntura, pero difícil de sostener en el largo plazo.

El Estado como un todo, debe velar por impulsar las condiciones para que el sector empresarial genere más empleos para que todos los colombianos con edad y disposición de trabajar encuentren las oportunidades para desarrollarse laboralmente, con una remuneración justa y una seguridad social que los proteja durante su vida y especialmente en la vejez.

0 comentarios: